Al parecer mi comentario no te hizo mucha gracia, ya que de inmediato empezaste a temblar botando la tiza sobre la mesa. Nunca has sido muy bueno para aguantar comentarios durante un juego, no quisiste escuchar cuando traté de enseñarte. Supongo que preferías el silencio para poder concentrarte en darle con precisión a la bola.
'No, no me arrepiento,' contestaste secándote la frente. 'Mira bien, te puedo ganar con un tiro.'
Por fin pude ver porqué quisiste jugar "Bola 9". No importa cuán efectivo seas con el taco si todo se define sólo con una bola, y en mi vano intento por lograr que equivoques tu tiro tras sacarme un pillo te di la posibilidad de vencerme apenas rozando la 9 con la 8, ni siquiera me había dado cuenta. Con esto podrías ganarme por primera vez.
'¿Sabes cuál es tu problema? Te pones tan nervioso que te sudan demasiado las manos y el taco se desliza más rápido.'
'No te voy a escuchar... es para que falle.'
'Bueno, has lo que quieras.'
Como estaba predicho, el taco tembló en tus manos y le diste demasiado fuerte a la 8. Ninguna de las bolas entró en alguna buchaca, pero sí quedaron cerca de las esquinas. Por un momento estuviste a punto de ganarme aunque eso no es suficiente. Quizás la próxima vez no confíes tanto en la suerte, sino en lo que te he enseñado.
'¡Cristian!' dije hacia la puerta. '¡El Suso va a pagar la mesa!'
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